lunes, 3 de noviembre de 2008

Camino de hiel

Recuerdo haber sufrido las mismas represalias emocionales visionando el "film" rumano 4 meses, 3 semanas, 2 días. A medida que el metraje de la película avanzaba, me preguntaba una y otra vez por qué había decidido joderme de forma tan voluntariosa un domingo que había sido hasta ese momento perfecto. Este sábado me sucedió algo parecido, esta vez el director de la cinta era español. Por una audición (errónea, pienso ahora) de un programa de Radio 3, creí conveniente (mal)gastar mi sobremesa del sábado en una butaca de los Princesa viendo "Camino", de Fresser. Este gran director y gran hijo de puta al mismo tiempo, me adentró en un mundo de enfermedad y dolor, de Opus Dei y creencias llevadas al vértice de los extremos. Me acuchilló de tal forma que ni las lágrimas de todos los presentes lograban ahuyentar el terror, el drama y la impotencia que cada secuencia generaba en las entrañas del espectador. Salí aturdido, revuelto, sin ganas de nada. Paseé desorientado por desengaño y ballesta, castigándome por haber invertido 7,80 euros en sufrimiento ajeno e inútil.

4 comentarios:

Miss Underground dijo...

Uf yo había visto el trailer y me molaba, la niña me parece todo un descubrimiento ¿me la recomiendas? Lo mismo me pasó a mí en la noche de Halloween con Funny Games de Michael Haneke, qué mal rato...

Tendremos que aprender a elegir bien.

A.S. Olivier dijo...

Llévate Missu dos paquetes de clinex y ármate de valor antes de entrar en la sala. La niña es una bomba artística, todos los actores interpretan de forma muy creíble y la banda sonora es destacadamente notable, pero el viaje que se propone es muy jodido. Depende de ti y de tus fuerzas. Quizá yo interpreté mal los planos del itinerario, pero lo pasé mal mal...
besos guapa

Rukaegos dijo...

Supongo que las dos películas que comentas tienen con otras grandes la capacidad para revolver nuestras emociones y machacarnos. Eso es lo que las convierte en grandes.

Como tú, a veces no entiendo qué nos impulsa a ver ciertas películas, de las que salimos destrozados. Tal vez la necesidad de recordarnos a nosotros mismos que el dolor y el horror están ahí fuera, que son reales, que habría que cambiar las cosas, que tal vez no hacemos lo suficiente ...

El viaje de Felicia, Los gritos del silencio, El último tren a Auschwitz, Happy Together, La zona oscura, Funny Games (pero la primera mejor que el remake) ...

Podríamos ir apuntando recomendaciones para "jodernos" el tiempo libre a base de cine ...

Un saluduco.

A.S. Olivier dijo...

Recuerdo un tiempo Rukaegos en el cual me maltrataba con suculentos dramas y diversos brebajes telúricos. Supongo que en aquellos días me encontraba más enérgico y tenaz de lo que me siento hoy en día. Creo que lo más importante en estos casos es acordarnos del valor y la importancia que nuestro tiempo libre merece. Aprender a cortar y detener ciertas espirales que no conducen a nada. De todos modos el post, no deja de ser una opinión subjetiva de un simple espectador.
*SALUDOS.