lunes, 24 de noviembre de 2008

Narcótico y palpable


Lunes por la tarde, viento y lluvia al otro lado del cristal. Enfrente una jornada laboral que ni convence ni se impone. Sólo recuerdo ayer...
Un gris cantábrico inundaba paisajes y almas, lo desapacible quedaba afuera empapando las hadas del jardín. En mis manos un cuento, fruto de una cena y de un encuentro. De fondo Ana Caram y su disco Amazonia, porque un domingo gris y abuhardillado en Santander debe hundirse siempre en bossa y sueños con sabor a moca.

domingo, 16 de noviembre de 2008

La mirada que cambia la realidad


Es domingo. La mesa del despacho está cubierta con prensa y restos del desayuno. El sol penetra en forma de flecha poliédrica las ventanas de la Unidad. La jornada avanza gradual, tranquila. Estoy solo, no hay más humanidad en todo el espacio que cubren las siete plantas del edificio. En pocos días cambiaré de prefijo y siento la necesidad de hacer balance, desde aquí, lejos de todo.(Prepararé un expresso mientras Antony&The Johnsons y sus Black Soft Stars inundan el estudio)
La vida pasa y todo alrededor se modifica, muda su piel. Frente a esta verdad material me sitúo yo, el ser que duda y no acepta, que huye en su disconformidad crónica hacia un ayer dotado siempre de mayor esplendor y pureza. Quisiera inventarme un presente construido a base de preciosas aventuras, de islas oníricas en las cuales poder renacer hora tras hora, de intersecciones radiantes y madrugadas menos opresivas. Pero la realidad adolece más bien de una calma uniforme, invariable. Días que se parecen excesivamente los unos a los otros y un cambio, que por más que lo intento y lo persigo, no acaba de producirse.
Creo que ha llegado sin duda el momento de detenerse, de encontrarse cara a cara en soledad, donde sin duda se conoce uno mejor a sí mismo. Deshacer lentamente los excesivos porqués, manipular cuidadosamente la duda y trazar mi particular cartografía del miedo en este viaje que no especifica destinos finales pueden ser tareas urgentes a ejecutar en posteriores entregas. Recuperar el pulso al vocablo decisión y su más extenso significado (audacia, osadía, valentía, valor, atrevimiento, intrepidez). Alejarse de metas autoimpuestas, de usos sociales, de nóminas que llegan puntuales el veintinueve de cada mes y observar más que nunca hacia dentro lo que se mueve, ese giro lento del alambre que dibuja su particular y recóndita espiral. Intentar al fin salir idemne de cierta teoría y de su limpia caligrafía.

Y tú serás de fondo, como siempre, anhelo y memoria de unos días luminosos que aún están por llegar.

you and i will meet one day
under the night sky
lit by soft black stars.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Camino de hiel

Recuerdo haber sufrido las mismas represalias emocionales visionando el "film" rumano 4 meses, 3 semanas, 2 días. A medida que el metraje de la película avanzaba, me preguntaba una y otra vez por qué había decidido joderme de forma tan voluntariosa un domingo que había sido hasta ese momento perfecto. Este sábado me sucedió algo parecido, esta vez el director de la cinta era español. Por una audición (errónea, pienso ahora) de un programa de Radio 3, creí conveniente (mal)gastar mi sobremesa del sábado en una butaca de los Princesa viendo "Camino", de Fresser. Este gran director y gran hijo de puta al mismo tiempo, me adentró en un mundo de enfermedad y dolor, de Opus Dei y creencias llevadas al vértice de los extremos. Me acuchilló de tal forma que ni las lágrimas de todos los presentes lograban ahuyentar el terror, el drama y la impotencia que cada secuencia generaba en las entrañas del espectador. Salí aturdido, revuelto, sin ganas de nada. Paseé desorientado por desengaño y ballesta, castigándome por haber invertido 7,80 euros en sufrimiento ajeno e inútil.