sábado, 26 de junio de 2010

Cartografía de un adiós


APRENDER A OLVIDAR
(Susana C. de su disco "El baile de los días")

Él mira hacia otro lado
para no ver lo que ella esconde.
Ella hace mucho ruido
para no oír lo que él se calla.
Dan una vuelta más de tuerca a su horizonte.
Se asoman al abismo del espejo
y tienen miedo

Tirar una moneda y pedir un deseo,
a mil metros de altura mirar las tempestades.
Barcos de amor hundidos, ondas azules
Círculos que se agrandan buscando un centro nuevo.

Aprender a olvidar para empezar de cero,
porque sin ti mi mundo es un lugar helado.
Inventárselo todo,
no queda más remedio.
A tu manera
o a mi manera,
otro tipo de amor.

Las deudas ya pagadas,
cerradas las heridas
y curados los besos de la última batalla,
volvemos otra vez al punto de partida.
Dos líneas que se cruzan un instante en el agua.

domingo, 20 de junio de 2010

Premio



Toda primavera tiene su canción y este año James Yuill es

el invitado estrella a mi sonorama particular. Frescura, dominio

de las máquinas y ritmo contagioso en esta impecable propuesta.

Quizá también porque estos días necesito pensar menos

y bailar más.

Ya sé qué hacer.

Llenaré el depósito de mi Alfa SS con ritmo y gasolina dulce.

Es una buena canción para lanzarse a la carretera

y empezar el viaje.

domingo, 13 de junio de 2010

Howl (featuring Allen Ginsberg)

Dedicado a mi íntimo amigo Sergi, en estos días en los que la vida
ha decidido mostrar su acero más cruel. Tu valentía es uno de
esos ejercicios difíciles de olvidar...

Aullido

Sé que hoy no vienes a por mí,
que la batalla dura más que el sueño
y que ganar o perder podrían ser sencillamente
dos
excusas para olvidar la primavera.

Y si la risa de otro tiempo, o más bien tu carcajada
pudieran gobernar hoy por última vez este hálito flaco
pero real. Si los demás, aquellos que no importaban, no hubieran
sido espejos en los que reflejar nuestra debilidad,
tu dolor al fin y al cabo. Porque tu grito fue sangre detenida
en los colmillos del hampa, los que no creían que el destino
era tan sólo una útil invención del hombre.

Hace frío, es un mes de mayo diferente y
estoy lejos de tu cama. Les miro, los que caminan al
otro lado del cristal. Han tejido un puente de espejos que
no comprendo, y corren y corren, nadie se para. Y estoy lejos
de tu cama y hoy no quiero dormir solo. Será ésta, cuando el tiempo
dicte, únicamente una pasión olvidada, una memoria sin fiebre,
sin rigidez
sin angustia
sin incertidumbre
como esos que no dejan de correr. Pero ¿qué buscan? ¿qué persiguen?
Diles que paren, necesito preguntarles, quiero saber adónde van, qué
Yahvé los guía.

Quiero ignorarme, no saber, precipitarme incluso más rápido que ellos.
Yo sé que puedo vivir sin sol y mirar por el cristal empañado. ¿No te
das cuenta? ¿no recuerdas acaso el reflejo del agua en el pantano?

No hay derrota sin zarpazo al vientre (lamento agradecido)
El error, no mirar hacia adentro.
Y nos toca golpear el saco
uno, dos,
uno, dos,
¡más intensidad! Un , dos, tres
¡quiero más! Uno, dos, uno, dos (es tu conciencia quién te entrena)
arremeter su piel sintética con jabs de izquierda cerrando
siempre el baile de caderas
con un crochet sólido en lo alto del antifaz. Caerán entonces
un aguacero
y
trozos de lima del ajado morral, y el derrame de sudor y lágrimas
producirán un
lago verde bajo tus pies.

Si acaso pensaré que soy inmortal - sobreviví a
otros cuerpos – antes de disfrutar tu pecho - El camino que
juntos inventamos es apenas
una cesta vacía en esta madrugada férrica.
Observo mis manos,
están manchadas de petróleo
arriba
y abajo. Son tus últimas palabras chapapote que no se va,
fantasmas desgastados que alimentan mi sueño.
Si acaso pensaré que soy inmortal - sobreviví a
otros cuerpos –antes de disfrutar tu pecho-
Serán mis días piedras negras que mirarán de frente al mar, reflejo
de una memoria generosa, portavoz de dos cuerpos atrapados
en su fuga.

Nos quedó una sentencia suspendida para siempre.


Y estoy lejos de tu cama y ya no queda nada en qué pensar.
Como los que corren afuera.



A.S.Olivier

Escrito a finales de mayo como ejercicio semanal para el Laboratorio de Creación Poética.

Tras leer "aullido" de Ginsberg se proponía al alumno, mediante una escritura torrencial y sin posibilidad de "revisión" parir su particular radiografía del consciente-inconsciente de ese instante preciso. Bien, este fue el resultado. Lo comparto pues dejó de pertenecerme aquella misma noche...