La foto de mi gran amigo Javier Silva define perfectamente un estado, un presente revuelto e ingobernable, y un cuerpo dominado que lucha por transitar espacios y ganar metros a la vida. Una foto que me obliga a echar de menos demasiadas cosas. En ocasiones creo que podría permanecer eternamente abrazado a uno de esos norays que vigilan la bahía y deshojar la vida al ritmo que imponen las mareas.
Quizá, al igual que esta bella Regina la vida a partir de cierta edad sea sólo eso, combatir las circunstancias, fajarse con este devenir tan incierto mietras el salitre marca tu rostro a la espera de puertos más prósperos y estancias más suaves.
3 comentarios:
Completamente de acuerdo contigo, creo que muchos nos hemos sentido o nos sentimos así. Ese sitio me trae recuerdos preciosos. Muy buena la foto, joer con Silva...
Describes perfectamente un estado, una edad, la tempestad y su duda...
gracias
Un auténtico bucanero teme la tempestad y al mismo tiempo la desea.
Publicar un comentario