miércoles, 11 de junio de 2008

Haigerloch y la esencia de la felicidad

Pese a la condena que supone regresar precipitadamente de ciertos sueños, no aminoran en mí las sensaciones de contundencia y vida experimentadas en mi pequeña Aufenthalt en Alemania. Hubo desde el comienzo una pretensión de grandeza, de anhelo conjunto por tocar terrenos oníricos, de pulsar la tecla exacta y reinventar la épica y el romance. Seis años quedaban atrás y los protagonistas de entonces renacían nuevamente en un paisaje dotado de pretérito y pasiones. Fue aterrizar y embriagarme completamente. Friedrich, el hermano para siempre. Su familia, un segundo hogar. Y Verena, dársena suave y cercana a la que poder arribar en una nueva ruta que se me imagina viable. Ha sido otra vez algo más que un enlace. Una historia de reencuentros (kasia, Ángel, Florian,Martin ...) de viajes en coche por carreteras secundarias, de conversaciones a fuego lento como el café que las acompañaba, de anhelos y aspiraciones posibles en un paisaje acogedor y hospitalario. La urdimbre de una unión que extendió su tejido de fantasía sobre la memoria de los allí presentes. Una fábula de la que una vez más fui afortunado testigo.
Y desde entonces soy porque tú eres,
y desde entonces eres, soy y somos,
y por amor seré, serás, seremos.
Gracias Fede y Verena por invitarme a tan bello itinerario.

2 comentarios:

Katharina Hall dijo...

Qué buenas esas islas dónde la tranquilidad fluye sin necesidad de buscarla, verdad? Qué afortunados somos cuándo podemos disfrutar de esos lugares, personas o momentos que nos dan entrada a una felicidad sencilla y sin "peros".

Echo de menos en estos días esa sensación de claridad y alegría.

Un beso.

Anónimo dijo...

Es ist eine Wonne, Deine Zeilen zu verfolgen.
Unser Dank gilt Dir! Wie schön war es, Dich mit uns zu haben. Ich wünsche mir, dass wir noch viele Spaziergänge und Gespräche a fuego lento haben werden. Paseos en Dresden 2003, Santander 2005, Köln 2007, Gorlice 2008, Haigerloch 2008 - momentos muy especiales como inolvidables...un tejido de recuerdos que alimenta una gran amistad y gratitud.
Seremos!