...En días como hoy me gustaría volver a tener 10 años y casi ninguna obligación. Llamar a mi vecina Noemí y a mi colega Ramón, y pedirle de paso a mi abuela que me dejara cien pesetas para comprarme un Mikolápiz. Ella bajaría con su bici a la cancha y él con algún cachivache para desmontar y negociar posteriormente su uso a lo largo de la tarde. No necesitabamos más para ser héroes frente a aquel paisaje férrico y azul que gobernó durante tantos años nuestras disfrutadas infancias. Hace infinidad de años que no sé nada de ellos.
Me preguntaba en esta tarde de bochorno y entusiasmo de saldo, cómo les habrá tratado la vida...
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