Gérard de Nerval
Cedo gustoso el testigo en estas horas de retiro y estudio claustral a mi hermano del sur. Tu palabra destila pasión y equidad frente al paso de los días y esos pequeños naufragios que todos sufrimos.
LLegó a tiempo, créeme.
Hab Dich lieb.
Yo, por mi parte, os dejo con él:
http://enlosmargenesdeeuropa.blogspot.com/2010/01/amigos.html